«Ils»

Ils (2006) / Directores: Xavier Palud y David Moreau / Guión: Xavier Palud y David Moreau / Intérpretes: Olivia Bonamy, Michaël Cohen.

Si Hostel venía a avisarnos, a su manera, de los peligros que encierra el turismo sexual en Eslovaquia, Ils llega para incidir en los horrores que esconde, para el occidental, otro país de la Europa del Este: Rumanía. Y si la nefasta película de Eli Roth se enfocaba desde una óptica infantil, torpe, pueril y hasta ridícula, la pequeña cinta francesa de Xavier Palud y David Moreau nos sumerge en una escalofriante pesadilla donde el terror procede de lo desconocido, de alguien que acosa a una pareja de franceses que residen y trabajan en Rumanía.

Una de sus mayores virtudes es, sin duda, la innegable sensación de realismo que causa: al igual que en Wolf Creek, Ils recurre a la textura digital que el vídeo de alta definición confiere a las imágenes y, también, al uso de la cámara en mano en determinadas escenas. Y es que ya desde la desasosegante e impactante secuencia a modo de prólogo (la noche, la lluvia, una carretera solitaria, un brusco giro de volante…)  nos preparamos a conciencia para asistir a una propuesta que extrae el máximo provecho de sus limitados recursos con un uso inteligentísimo de la economía de medios y un poder atmosférico estremecedor.

Afortunadamente, Palud y Moreau hacen gala de un dominio envidiable del tempo narrativo porque saben que la tensión ha de estallar a su debido momento, una vez que el suspense y la inquietud han surgido. Tras la secuencia que sirve como aperitivo de la función, la sencilla historia transcurre sin prisas y se centra en Clémentine (Olivia Bonamy), una profesora de francés, y Lucas (Michaël Cohen), un escritor. Ambos forman pareja y viven en una gran casa aislada y rodeada por la inmensidad del bosque. Ya de noche, alguien trata de acceder a la vivienda ante el desconcierto y el miedo de nuestros cotidianos y próximos personajes…

Eludiendo en todo momento lo explícito y abogando por los pequeños detalles y la sugerencia, la película se desarrolla en un crescendo continuo que la convierte en más y más angustiosa hasta alcanzar un desenlace que desata la violencia y resulta devastador como pocos (y no conviene desvelar más). Los ruidos, las fugaces apariciones de ellos, la oscuridad, las luces, el desamparo en un escenario primero claustrofóbico y después agorafóbico, la impresión de asedio… Son elementos utilizados con gran habilidad para situarnos en el estado de desolación y sobrecogimiento de los personajes, perseguidos por un enemigo casi invisible, sin rostro, y cuyas intenciones desconocemos.

La puesta en escena y la cámara, siempre presente como testigo de los hechos, operan desde el punto de vista de Clémentine y Lucas y logran provocar que nos identifiquemos con los personajes para que suframos lo indecible a su lado, huyendo de ese algo, de ese alguien, y temiendo ser asaltados por el peligro que nos aguarda a la vuelta de la esquina, tras una puerta, en la maleza… 

En menos de 80 minutos de metraje, estos franceses orquestan una modélica obra de horror que parte de una situación tan plausible que uno la percibe como cercana para presentarse como un survival que irradia un valor esencial: su extrema credibilidad.

Ils entra, por méritos propios, en la categoría de películas tan despiadadas como Alta tensión, Calvaire o Wolf Creek: el terror que nos araña por dentro, nos revuelve las entrañas y, finalmente, nos cierra la salida. Y sin concesiones, por supuesto.

Un magnífico descubrimiento; una sorpresa muy grata.

Agárrate fuerte.

Valoración (0 a 5): 4