«Trouble Every Day»

 

Trouble Every Day (2001) / Directora: Claire Denis / Guión: Claire Denis y Jean-Poul Fargeau / Intérpretes: Vincent Gallo, Béatrice Dalle, Tricia Vessey, Alex Descas, Florence Loiret, Nicolas Duvauchelle, Raphaël Neal, José García. 

Mi primera incursión en el cine de la francesa Claire Denis ha resultado ser una desconcertante y arriesgada propuesta que, tangencialmente, participa del cine de género para explorar los extremos más dolorosos del amor y la pasión. En este sentido, no anda lejos de los resortes genéricos de In My Skin (Dans ma peau, 2002, Marina de Van), otro sugerente retrato de un comportamiento en el límite que hace uso del cuerpo humano, de lo físico, hasta desembocar en el estallido sanguinolento. En ambos casos, el destrozo del cuerpo se enlaza metafóricamente con el impulso irrefrenable de sus personajes por indagar en lo más íntimo.

Trouble Every Day huye de una aproximación convencional. Aunque aporta pistas para entender el origen y los motivos de los sucesos, Denis parece más preocupada por crear sensaciones a partir de una atmósfera inquietante y del desarrollo pausado del argumento, que atrapa la atención por referirse, ya desde el arranque, al extraño ansia por devorar (literalmente) al amante como clímax del acto sexual. En el fondo, no importa demasiado la construcción de esta historia, que no sigue al pie de la letra los patrones narrativos tradicionales, ni tampoco el detonante de la misma, relacionado con las fatales consecuencias de la experimentación de un laboratorio, así que, con unos pocos trazos, nos metemos de lleno en el tormento que supone la represión y el amor frustrado, que encuentran sus vías de escape en el desahogo de hacer trizas a la pareja circunstancial.

A lo largo del metraje siempre nos sobrevuela algo desgarrador. Si bien Denis se toma su tiempo, lo que conlleva que el espectador pueda impacientarse ante tal parsimonia, la película conserva un poder de fascinación y misterio que nos provoca el interés por descubrir el destino de los personajes y qué se esconde en su interior. Shane (el marciano Vincent Gallo) y June se alojan en un hotel, en su luna de miel, y sus relaciones sexuales no son plenamente satisfactorias. Algo reprime a Shane. Por otro lado, Coré (una entregadísima Béatrice Dalle) es una mujer que sufre una suerte de terrible enfermedad que la lleva a devorar a sus presas durante el sexo, siendo protegida y escondida por Léo (Alex Descas). Un origen científico aparece tras la escabrosa patología.

Amarte, absorberte, comerte, sacrificarte: Trouble Every Day presenta algunos de los momentos más poéticos y desasosegantes que un servidor haya visto en los últimos tiempos. Las escenas más brutales (y, sin embargo, no exentas de sensibilidad), rodadas con crudeza pero sin regodearse (menos mal), donde lo que no vemos estremece más que lo explícito, provocan una incómoda impresión, pues el amante vampiriza, canibaliza, da rienda suelta a los rincones oscuros de la pasión. Son imágenes que permanecen en la retina, al igual que el final, con esa purificación bajo el agua, con esa gota de sangre que se resiste a desaparecer, con esa mirada perdida… Duele.

Valoración (0 a 5): 4

· Para saber más: Críticas en Revista Cinefagia  y Revista Fantastique  [+]