«Aquarius»

Deliria (1987) / Director: Michele Soavi / Guión: George Eastman y Sheila Goldberg / Intérpretes: David Brandon, Barbara Cupisti, Domenico Fiore, Robert Gligorov, Mickey Knox, Giovanni Radice, Clain Parker, Loredana Parrella.

En un teatro apartado, un grupo de actores, encabezado por su exasperante director (David Brandon), ensaya la obra musical «La noche del búho». En la obra de teatro, un psicópata, disfrazado con una máscara de búho, amenaza a una prostituta, pero los personajes acuden a su rescate y le hacen frente. Todo es una representación. El ensayo sigue adelante, pero a Alicia (Barbara Cupisti), la actriz que interpreta a la prostituta, le duele el tobillo y acude a una institución psiquiátrica (!!!), llevada por la maquilladora, para ser curada. En dicho lugar, está ingresado un loco asesino que, curiosamente, ejercía como actor. De alguna forma, el tipo logra escapar y acompaña, oculto, a Alicia de regreso al teatro…

Aquarius no esconde sus intenciones. Es un slasher puro y duro que hace uso de un guión sencillo, funcional, que se despliega con eficacia (esa traslación perversa de la ficción teatral a la realidad) a pesar de unos minutos finales verdaderamente desafortunados. La idea es interesante, en todo caso, al encerrar a los actores en un teatro para someterlos al acoso de un brutal asesino, para que representen, fuera de la escena, la obra de su propia muerte. Paralelamente, Soavi lanza algunas andanadas de mala leche referidas a la tiranía de la figura del director, el interés económico y controlador de los productores, la inutilidad de la policía y el morbo de la tragedia del asesinato como artimaña publicitaria, es decir, como reclamo comercial que pueda atraer al público a la función.

La película recuerda, en cierta medida, a un slasher tan referencial como La noche de Halloween. En este sentido, téngase en cuenta que, por ejemplo, el psicópata escapa del psiquiátrico, no presenta rasgos de humanidad, sesga las vidas de sus víctimas sin prisa pero sin pausa, aparece enmascarado… Así, estamos ante un body count que hará las delicias de aquellos que disfruten con las propuestas de Dario Argento y la consideración del asesinato como un noble arte. Soavi no sólo se emplea con contundencia en la planificación de las escenas violentas, provocando que su monstruo luzca un buen repertorio de maneras atroces de matar al reparto teatral, sino también logra originar estimables momentos de suspense y tensión (atención a la llave incrustada en el escenario, único medio para escapar del teatro).

Michele Soavi, como también demostró más tarde en la mediocre Mi novia es un zombie (1994), es un director cuyo estilo visual resulta atractivo. Seguro que influenciado por su trabajo como director de segunda unidad en algunas películas de los estetas Argento y Terry Gilliam, lo mejor de su propuesta es, precisamente, la colorista fotografía, la estilizada puesta en escena y la audacia de su cámara. No en vano, se muestra muy inspirado en varias ocasiones, como en el artificioso y enérgico arranque o ya en la recta final, cuando el despiadado «hombre-búho» diseña su propio escenario truculento y lo adereza con plumas ensangrentadas al vuelo y cuerpos mutilados en posturas macabras.

Lo peor se encuentra, desgraciadamente, en una música estridente e irritante, las discretas interpretaciones (como es habitual en el género) y una escena final absolutamente prescindible que trata de rizar el rizo de forma ridícula y forzadísima.

De todas maneras, se trata de una buena película que me reconcilia con el italiano tras la decepción de Mi novia es un zombie. La he disfrutado.

Valoración (0 a 5): 3

7 pensamientos en “«Aquarius»

  1. Sí recuerdo que al final se le iba la pinza al director, pero, la verdad, es uno de mis giallo favoritos, con todas sus virtudes y defectos, pero yo me lo pase pipa viéndola… y desde entonces me quedé con las ganas de ver «Terror en la Ópera» (o algo así) de Argento, en la que al parecer tomó prestados varios elementos de esta película… o al menos eso juraría haber leído!

  2. Es mi tercer intento por dejar un comentario Max, no sé porque no se registran.
    11 muertos en 88 minutos y frases míticas.
    Divertida la parte del psiquiátrico al que van a curarse el tobillo y la frase del doc: ha matado a doce o a dieciseis, no lo sé, no es muy hablador.
    Un 6.
    Entretiene y es cachonda

  3. Ostras, ésta la vi hace muuucho tiempo y me acuerdo muy vagamente. Creo que voy a tener que revisarla porque, leyendo el comentario de Libertino, me está sonando más cachonda de lo que la recuerdo. Eso sí, el hombre-búho siempre me ha molado.

  4. Todo un clásico del giallo sangriento italiano. De Soavi nunca conseguí el «Dellamorte Dellamore» pero dicen por ahí que es un Dylan Dog » a la zombie». La vi hace un tiempo rescatada por Calle 13 esta entrañable «Aquarius». Sin pretensiones y muy divertida con sus toques cafres.

    ¡Un saludo!

  5. Sí, es un Dylan Dog rodeado de zombies, pero a mí no me hizo gracia. Visualmente puede ser interesante, pero la historia es casi inexistente y todo consiste en una sucesión de gags sin orden ni concierto. No me divirtió.

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