De paseo por Neptune…

 

Pongámonos en situación.

Estamos en Neptune, en la luminosa California. Hogar de los ricos y de los que trabajan para ellos. Lugar idílico, símbolo del American Way of Life. Pero sólo en apariencia, claro.

Veronica Mars es la hija del sheriff, Keith Mars. Forma parte del grupo de los pijos de clase alta. No es que su familia esté forrada, como las de sus amigos, pero es aceptada porque sale con Duncan Kane.

Lilly Kane, la hermana de Duncan, la mejor amiga de Veronica, una chica bien, es asesinada. Su padre, Jake Kane, es el principal sospechoso del crimen según el sheriff, lo que provoca un gran revuelo y los odios de la clase privilegiada de la comunidad hacia los Mars. Su investigación no esclarece nada. Un tipo es descubierto con pertenencias de Lilly y es detenido. El caso parece resuelto. La madre de Veronica abandona el hogar familiar.

Keith deja su puesto y se convierte en detective. Veronica pierde su estatus, es marginada en el instituto por aquellos a los que pertenecía y se involucra en los casos de su padre. A esta chica tan avispada e inteligente le encanta la fotografía: nada se le escapa. Husmea por aquí y por allá. Es un sabueso de armas tomar.

Ha cambiado su visión de la vida: ya no pertenece a la frívola ostentación de los ricachones. Ha bajado varios enteros en el escalafón social. Qué más da. ¿Acaso no huiríais de Paris Hilton, aparecida en el segundo capítulo en un detalle de muy mala baba?

Una pandilla de moteros hispanos pulula por Neptune como ángeles de la guarda.

¿Y quién y por qué mató a Lilly Kane? Habrá que descubrirlo…

De momento he visto los dos primeros capítulos de la serie. ¿Impresiones iniciales? Encantadora, atractiva y carismática Kristen Bell en el papel estelar de Veronica Mars; divertido Enrico Colantoni (el fotógrafo ligón de Dame un respiro) como su detectivesco progenitor; adolescentes de High School y género negro (crimen, investigación, voz en off, secretos oscuros e inconfesables…) mezclados por una batidora bien calibrada; diálogos afilados. Algo así, para entendernos, como… Brick.

¡Pero qué buen descubrimiento!