Capítulo 2: «Family», de John Landis
Tras Deer Woman, el simpático capítulo que dirigió John Landis en la primera temporada de Masters of Horror, regresa el director de Sangre fresca a la serie con otra curiosa aportación, también caracterizada por el humor negro (pero sin mucha malicia) que impregna sus imágenes. Así, Family tiene lugar en una comunidad idílica y tranquila, donde el orondo Harold, un hombre aparentemente inofensivo, guarda un terrible secreto: la construcción de una «familia» a su antojo y formada por… esqueletos. La normalidad se ve alterada por una joven y agradable pareja, Celia (Meredith Monroe) y David (Matt Keeslar), que se acaba de instalar en la casa vecina. Pronto, Harold, nuestro peligroso enfermo mental, entra en contacto con sus nuevos vecinos, sintiéndose seducido por la atractiva Celia…
Nadie puede negar que Landis es fiel a sí mismo. Tanto Deer Woman como Family, para bien o para mal, representan la personalidad cinematográfica del realizador y no engañan respecto a lo que, a priori, cabe esperar de ambos productos. Para comenzar, sorprende que el papel de Harold sea interpretado por George Wendt, bien conocido por encarnar a uno de los personajes secundarios que más frecuentaban el bar de la célebre sitcom Cheers. El dato ya supone la primera declaración de intenciones: ya sabemos los derroteros que va a tomar. Más inclinado, por lo tanto, por un tono eminentemente cómico que terrorífico, el capítulo promete diversión y entretenimiento, punteando el normal discurrir con pequeños ramalazos gore y alguna línea de diálogo irreverente y acalorada que rompe la corrección.
Como ligero subtexto, la historia contiene una subversiva alusión hacia el ideal americano de la familia, configurada según los gustos de un consumidor perfeccionista, pero lo cierto es que su desarrollo es algo predecible y parece tener dificultades para cubrir casi una hora de metraje. Para finalizar, nos ofrece un macabro e irónico giro de guión final, no por esperado menos encantador, que recuerda a los twists de rigor de los cómics de la EC y viene a zanjar un episodio aceptable y, sin duda, netamente superior a su pésimo precedente, el hooperiano The Damned Thing.
De cualquier forma, de esta serie uno siempre espera más, qué queréis que os diga…
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Bueno, mientras su mejora respecto al de Hooper tenga continuidad posteriormente, su aceptabilidad se puede perdonar entonces… por cierto… que será el único que pueda dejar comentarios con cierta «chicha»… el de Carpenter cuándo toca
No falta mucho, mucho, para el de Carpenter, puesto que «Pro-Life» es el 5º.
El próximo (el 3º) es «The V World», de Ernest Dickerson. El 4º es «Sounds Like», de Brad Anderson. Y el 6º será «Pelts», de un peso pesado: Dario Argento.
Son 13 capítulos en total.
Excelento, maese Renn. De hecho, tenía pensado colgar una reseña de este episodio mañana mismo. Me ha gustado, y ciertamente tiene lo suyo, aunque en mi opinión se ha quedado un tanto por debajo de «Deer Woman».
En fin, ya nos leeremos.
No os hagais demasiadas ilusiones con el de Carpenter, que al parecer baja el nivel. Por cierto, he visto el de Hooper y más que malo, me ha parecido anodino, pero me han interesado un par de aspectos.
Saludos
Sí, Hombre Lobo, para mí también está ligeramente por debajo de ese cachondeo que es «Deer Woman». Pero bueno, la verdad es que es un capítulo visible y que, por lo menos, no aburre. No está mal.
Jejeje… Roberto, ¿de verdad te han interesado un par de aspectos? ¿No será el gore uno de ellos (porque otra cosa…)? 😛
Me huelo que el nivel general de esta 2ª temporada va a ser inferior a la 1ª (ojalá me equivoque…).
El de Carpenter va a ser que estilisticamente esta menos depurado y más que por lo perturbador apuesta por una especie de gamberrada, la mar de disfrutable y con momentos muy cachondos, pero bajar el nivel… vaya, a mi personalmente me gustó bastante…
concuerdo de k parece 1 capitulo sacado de la EC Comics, Vault of Horror y me gusto y esta entretenido, pero al final NO SE SABE lo k se hacen al Pedro picapiedra, solo se ven sus ojos y nos dejan con la duda